El NH Collection Prague Carlo IV es un hotel que combina la elegancia histórica con el confort moderno en el corazón de Praga. Situado en un impresionante edificio que refleja la arquitectura del siglo XIX, este hotel ofrece a sus huéspedes una experiencia única, donde el pasado se encuentra con el presente.
El interior del NH Collection Prague Carlo IV presenta un diseño sofisticado, con espacios amplios y luminosos que incluyen una encantadora zona de recepción, salas de reuniones equipadas y un restaurante que sirve una exquisita selección de la gastronomía local e internacional. Las habitaciones están cuidadosamente decoradas, ofreciendo un ambiente acogedor y relajante, ideal para disfrutar de una estancia placentera.
Entre las comodidades del hotel se destacan un gimnasio bien equipado, un sauna y un spa que proporciona una variedad de tratamientos de bienestar, perfectos para aquellos que buscan relajarse después de explorar la ciudad. Los huéspedes pueden beneficiarse del acceso fácil a las principales atracciones turísticas de Praga, así como de una rigurosa atención al cliente que garantiza una estancia inolvidable.
El NH Collection Prague Carlo IV es una opción ideal tanto para viajeros de negocios como para turistas, ofreciendo una mezcla única de historia, servicio excepcional y comodidad contemporánea en uno de los destinos más hermosos de Europa.
Praga, la capital de la República Checa, es una ciudad llena de historia y belleza arquitectónica. Al visitar Praga, uno de los lugares más emblemáticos es el Puente de Carlos, que conecta la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana y ofrece vistas impresionantes del río Moldava y del castillo de Praga. El Castillo de Praga en sí mismo es una visita obligada; es un complejo histórico que incluye la Catedral de San Vito, el antiguo Palacio Real y el Callejón del Oro.
Pasear por la Plaza de la Ciudad Vieja permite disfrutar de la arquitectura gótica y barroca, y es el lugar donde se encuentra el famoso Reloj Astronómico. En el barrio judío, Josefov, se pueden visitar las antiguas sinagogas y el cementerio judío, lo que ofrece un vistazo a la rica historia judía de la ciudad.
Para quienes disfrutan del arte, el Museo Nacional y el Museo de Arte Moderno son opciones interesantes. No se puede dejar Praga sin probar su cerveza local en alguna de las numerosas cervecerías tradicionales, o sin degustar una cena checa en un restaurante típico. La Casa Danzante es otro punto de interés arquitectónico moderno, que ofrece una perspectiva contemporánea del paisaje urbano de Praga.
Caminando por las calles empedradas, se descubren numerosos cafés, tiendas y galerías que muestran la vitalidad y el encanto de la vida en esta ciudad europea. Para quienes buscan un momento de tranquilidad, un paseo por el Parque Letná ofrece áreas verdes y vistas panorámicas de la ciudad.