Las Islas de Viento en Polinesia Francesa ofrecen una variedad de experiencias que permiten disfrutar de su belleza natural y cultura rica. Una de las actividades más recomendadas es explorar Moorea, donde se puede disfrutar de caminatas a través de su exuberante paisaje montañoso. Las vistas desde los picos son impresionantes, y es una excelente oportunidad para los amantes de la fotografía y la naturaleza.
La snorkel en las lagunas de Moorea y Tahití es otra actividad apreciada por los visitantes. Las aguas cristalinas albergan una gran diversidad de vida marina, incluyendo coloridos peces tropicales y corales. Las excursiones en barco ofrecen la oportunidad de ver delfines y, en temporada, ballenas jorobadas.
La visita a los mercados locales es fundamental para experimentar la cultura polinesia. En Moorea y Tahití, se pueden encontrar artesanías, productos frescos y platos tradicionales. Probar el poisson cru, un plato de pescado marinado en leche de coco y jugo de lima, es una delicia que no debe pasarse por alto.
Para quienes buscan relajación, las playas de arena blanca, como la famosa Playa de la Roca en Tahití y las tranquilas calas en Moorea, son perfectas para disfrutar del sol y la serenidad. También se puede considerar la posibilidad de unirse a una cena tradicional con espectáculo de danza polinesia, donde se puede aprender sobre las costumbres locales mientras disfruta de una comida deliciosa.
Por último, los senderos que serpentean a través de la vegetación tropical ofrecen experiencias de ecoturismo, proporcionan una visión más cercana de la flora y fauna únicas de la región. Las islas de Viento son un destino que combina aventura, cultura y un entorno natural impresionante.