Tarazona de Aragón es conocida por su rica historia y arquitectura, lo cual hace que sea un lugar fascinante para explorar. Uno de los principales atractivos es la Catedral de Nuestra Señora de la Huerta, una obra maestra que combina estilos gótico, mudéjar y renacentista. Su impresionante arquitectura y detallados frescos interiores la convierten en un sitio imprescindible.
El casco histórico de Tarazona es perfecto para un paseo tranquilo. Aquí puedes admirar las casas colgantes y los edificios con toques mudéjares. La Plaza de España es un punto central del casco antiguo y ofrece una vista pintoresca de la arquitectura tradicional, además de ser un buen lugar para disfrutar de la atmósfera local.
No debes pasar por alto la Iglesia de Santa María Magdalena, que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y los alrededores. Su torre es un ejemplo destacado de arte mudéjar y es muy apreciada por quienes disfrutan de la arquitectura histórica.
El Ayuntamiento de Tarazona también es digno de una visita, no solo por su estructura renacentista sino también por el famoso mural que representa los momentos más significativos de la historia de Tarazona.
Para una experiencia más pintoresca, el Cipotegato, una tradición local que se celebra en agosto, es una buena manera de sumergirse en la cultura y folclore local. Este evento es conocido por su singularidad y el entusiasmo de los participantes.
Finalmente, no olvides visitar algunos de los restaurantes locales para probar platos de la gastronomía aragonesa, que refleja la riqueza de sabores y tradiciones culinarias de la región.