En Sant Feliu de Guíxols, una de las ciudades más encantadoras de la Costa Brava, hay muchas actividades recomendables para disfrutar de una visita completa. Explorar el monasterio benedictino es imprescindible, ya que no solo es un magnífico ejemplo de arquitectura románica, sino que también alberga el Museu d’Història de la Ciutat, donde se puede conocer más sobre el patrimonio local. Las playas de la ciudad son ideales para un día de relax. La Platja de Sant Pol es conocida por sus aguas claras y arena dorada. Los amantes de la naturaleza podrían disfrutar del Camí de Ronda, un sendero costero que ofrece vistas espectaculares del litoral y la oportunidad de experimentar la belleza natural de la región. Para quienes deseen un poco de aventura, el Parque de Aventuras Costa Brava propone actividades al aire libre como tirolinas. Por último, se recomienda visitar el mercado local que ofrece una amplia variedad de productos frescos de la región, proporcionando una auténtica experiencia culinaria catalana. Sant Feliu de Guíxols es un lugar donde la historia, la naturaleza y la cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia única.