Rumanía ofrece una variedad de experiencias interesantes para los visitantes. En primer lugar, es imprescindible explorar Bucarest, la capital, conocida por su arquitectura impresionante, como el Palacio del Parlamento, uno de los edificios administrativos más grandes del mundo. La vida nocturna y los cafés son vibrantes en esta ciudad. En el campo, el Castillo de Bran es una atracción popular, a menudo asociado con la leyenda de Drácula. Vale la pena visitar también Sinaia, hogar del majestuoso Castillo de Peleș, que se destaca por su diseño neorrenacentista.
El Delta del Danubio es uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad de Europa; aquí, el avistamiento de aves es una actividad común. Para los amantes de la naturaleza, los Cárpatos ofrecen senderismo y vistas impresionantes. La ciudad medieval de Sibiu, en Transilvania, es conocida por su casco antiguo bien conservado y eventos culturales durante todo el año. Además, la región de Maramureș conserva tradiciones rurales únicas y es famosa por sus iglesias de madera, muchas de las cuales son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Finalmente, la cultura y la gastronomía rumana merecen atención, con una mezcla de influencias balcánicas y centroeuropeas. Platos como el sarmale (rollos de col rellenos) y la mămăligă (polenta) son buenos ejemplos de la cocina local. Al visitar Rumanía, uno puede disfrutar de una rica historia, diversidad natural y experiencias culturales únicas.