Okunoshima, conocida como la "Isla de los conejos", ofrece una experiencia única en Japón, combinando naturaleza, historia y tranquilidad. Una de las atracciones más destacadas es el parque de conejos. Los visitantes pueden interactuar libremente con cientos de conejos que habitan la isla. Estas criaturas son amistosas y contribuyen a un ambiente relajante, ideal para aquellos que buscan conectar con la naturaleza.

Otro aspecto importante de Okunoshima es su historia relacionada con la guerra. En la isla se encuentra el Museo de la Historia de Okunoshima, que proporciona información sobre el pasado de la isla como un sitio donde se producía gas tóxico durante la Segunda Guerra Mundial. Las exposiciones son informativas y ayudan a los visitantes a comprender el contexto histórico de Okunoshima.

Para disfrutar de la belleza natural, se recomienda explorar las caminatas y senderos que rodean la isla. Hay rutas que ofrecen vistas al mar de Seto y a la vegetación exuberante, proporcionando una excelente oportunidad para disfrutar de un día al aire libre. Las playas en Okunoshima son también un buen lugar para relajarse o hacer un picnic, donde se puede escuchar el sonido de las olas y observar el paisaje circundante.

El viaje en ferry desde el continente añade un toque especial a la visita. Este recorrido no solo permite disfrutar de la vista del agua sino que también marca el inicio de una experiencia memorable. En resumen, Okunoshima es un destino que combina lo lúdico con lo educativo, ideal para aquellos que desean explorar un aspecto menos conocido de Japón.