En Nueva Caledonia, hay muchas actividades y lugares que merecen ser explorados. Las playas de la Isla de los Pinos son conocidas por su arena blanca y aguas cristalinas, ideales para relajarse o practicar snorkel. La Laguna de Nueva Caledonia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece una experiencia única para los amantes del buceo, ya que alberga una gran diversidad de vida marina.
Noumea, la capital, presenta una mezcla cultural interesante y se puede disfrutar de su gastronomía que refleja la influencia francesa. El Centro Cultural Tjibaou es un lugar destacado donde se pueden aprender más sobre la cultura kanak, la comunidad indígena de Nueva Caledonia. Explorando el interior del país, se encuentran paisajes espectaculares como la región de Grande Terre que ofrece oportunidades para el senderismo y la observación de la naturaleza. El Parque Provincial de la Rivière Bleue es famoso por sus actividades al aire libre y su rica biodiversidad.
Otra actividad popular es visitar las Tierras Altas para experimentar el ambiente más rural y conocer a los habitantes locales. Por último, los mercados locales, especialmente el Mercado de Port Moselle en Noumea, son lugares ideales para experimentar la vida local y disfrutar de productos frescos y artesanías. Cada una de estas actividades ofrece una perspectiva única de la diversidad natural y cultural de Nueva Caledonia.