Napoles es una ciudad llena de historia y cultura. Uno de los aspectos más destacados es visitar el Centro Histórico, un laberinto de calles estrechas lleno de iglesias, monumentos y tiendas. En esta área se encuentra la Catedral de Nápoles, conocida por su impresionante arquitectura y el famoso milagro de la sangre de San Gennaro.
Otro lugar imprescindible es el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, que alberga una de las colecciones más importantes del mundo de arte y artefactos romanos, incluidos muchos hallazgos de Pompeya y Herculano. Una visita a Pompeya y Herculano es una excelente excursión de un día, donde se pueden explorar las ruinas de estas antiguas ciudades romanas sepultadas por la erupción del Vesubio.
El Castillo del Ovo y el Castel Nuovo son dos castillos históricos que ofrecen vistas panorámicas de la bahía de Nápoles y son perfectos para los amantes de la arquitectura. No se puede dejar de probar la auténtica pizza napolitana en alguna de las muchas pizzerías de la ciudad, ya que Nápoles es el lugar de origen de esta famosa especialidad italiana.
El Palacio Real de Nápoles es otro sitio de interés que brinda a los visitantes un vistazo a la opulencia de la corte Borbón. Finalmente, un paseo por el Lungomare Caracciolo, el pintoresco paseo marítimo, ofrece vistas excepcionales del mar Mediterráneo y el Monte Vesubio, y es ideal para disfrutar de un atardecer relajante. Napoles es una ciudad que combina a la perfección tradición y modernidad, y ofrece una experiencia auténtica de la vida italiana.