Kells es una pequeña ciudad en Irlanda con un rico patrimonio histórico y cultural. Uno de los lugares más emblemáticos para visitar es el Monasterio de Kells, famoso por albergar una copia del Libro de Kells, un manuscrito iluminado de gran relevancia en la historia del arte medieval, aunque el original se encuentra en el Trinity College de Dublín. También puedes explorar la Cruz de San Patricio y la Cruz de los Altares, dos ejemplos impresionantes de cruces celtas talladas que ilustran escenas religiosas y narrativas bíblicas.
Para los amantes de la historia y la arquitectura, el Castillo de Kells ofrece una visión de la historia local, aunque sus ruinas muestran solo una parte de su antiguo esplendor. El Centro del Patrimonio Spire of Lloyd es otro sitio que merece una visita; es un faro interior único en su tipo que proporciona vistas panorámicas del entorno rural desde su plataforma de observación.
Kells también ofrece oportunidades para disfrutar del ambiente natural en el Camino Real de Kells, un sendero pintoresco que transcurre por el hermoso paisaje de Meath. Si te interesa el turismo religioso, la Iglesia de San Columba ofrece no solo un lugar de culto sino también un vistazo a la historia eclesiástica local.
La ciudad también cuenta con varios festivales y actividades culturales durante todo el año, lo que ofrece una oportunidad de experimentar la vida y tradiciones locales. Además, la escena gastronómica en Kells permite probar platos típicos irlandeses en un ambiente acogedor.