Formigal, situado en los Pirineos, es un destino popular para los amantes de los deportes de invierno. Una de las principales atracciones es el esquí y el snowboard. La estación de Formigal cuenta con una extensa red de pistas que ofrecen opciones para esquiadores de todos los niveles, desde principiantes hasta avanzados. Además, se pueden disfrutar vistas impresionantes de las montañas.
Para aquellos que buscan una experiencia diferente, el trineo de perros es otra actividad fascinante que ofrece una conexión única con la naturaleza y una manera emocionante de explorar el paisaje nevado. Los paseos en motos de nieve también son muy populares, permitiendo a los visitantes recorrer grandes distancias mientras disfrutan del aire libre.
Fuera de las actividades deportivas, el après-ski en Formigal ofrece una variedad de opciones. Los bares y restaurantes en la zona están preparados para que los visitantes puedan relajarse después de un día en las pistas, disfrutando de buena comida y ambiente acogedor. El pueblo cercano de Sallent de Gállego es un lugar encantador para descubrir, con su arquitectura tradicional y ambiente pintoresco.
Para los interesados en el bienestar, la termoterapia y los spas son una excelente manera de relajarse. Algunos hoteles y complejos turísticos en la zona ofrecen instalaciones de spa, perfectas para disfrutar después de un día de actividades al aire libre.
Finalmente, el senderismo en verano es una opción excelente cuando la nieve se retira. Hay rutas que permiten explorar la belleza natural de los Pirineos, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de descubrir la flora y fauna local, así como disfrutar de los paisajes espectaculares.