Follina, Italia, es un pintoresco pueblo situado en la región de Véneto, conocido por su belleza natural y su rica herencia cultural. Una visita a Follina no estaría completa sin explorar la Abadía de Santa María, un monasterio cisterciense que data del siglo XII. La arquitectura románica y gótica del edificio y su tranquilo claustro ofrecen un espacio para la reflexión y admiración artística. Los amantes del vino disfrutarán de la Ruta del Prosecco, que serpentea por colinas y viñedos cercanos. En esta ruta, se puede degustar el famoso vino Prosecco en diferentes bodegas locales.
Otra actividad recomendada es dar un paseo por el centro histórico del pueblo, donde las calles empedradas invitan a explorar pequeñas tiendas y cafés. El entorno natural ofrece opciones para los entusiastas del aire libre. Los senderos cercanos son ideales para practicar senderismo, mientras que los ciclistas encontrarán rutas panorámicas desafiantes. No se debe dejar de visitar las posadas y restaurantes locales para degustar la gastronomía regional, que incluye deliciosos platos de pasta y carnes.
En resumen, Follina combina historia, naturaleza y gastronomía, ofreciendo una experiencia auténtica y enriquecedora a quienes la visitan.