Egerszalók es conocido principalmente por sus fuentes termales únicas. Las aguas termales emergen y fluyen por una colina de travertino, formando patrones blancos y depósitos minerales que son visualmente impresionantes. Muchas personas visitan el Spa de Egerszalók para disfrutar de los beneficios terapéuticos de estas aguas. Además de relajarse en el spa, se puede explorar el paisaje natural circundante. Los alrededores ofrecen senderos para caminar que son ideales para sumergirse en la naturaleza. Egerszalók también tiene una cultura vinícola rica, con varias bodegas donde se puede degustar el vino local. Visitar una bodega ofrece una oportunidad para aprender sobre los métodos tradicionales de vinificación húngara. Finalmente, el pueblo en sí es pintoresco y presenta una atmósfera tranquila, perfecta para un paseo relajante y para apreciar la arquitectura tradicional de la región. Además, la proximidad de Egerszalók a Eger permite a los turistas hacer una excursión de un día a esta ciudad cercana, conocida por su fortaleza histórica y su catedral.