Aix-en-Provence es una ciudad que ofrece una variedad de actividades interesantes para los visitantes. Una de las principales atracciones es explorar el casco antiguo, donde se pueden admirar las encantadoras calles adoquinadas y la arquitectura histórica. En esta parte de la ciudad, también encontrarás el famoso Cours Mirabeau, una amplia avenida llena de cafés y tiendas.
Otra actividad imprescindible es visitar los mercados locales, donde se pueden comprar productos frescos y artesanías regionales. Los mercados de Aix-en-Provence son conocidos por su vibrante ambiente y su variedad de productos.
La ciudad también es famosa por estar relacionada con el pintor Paul Cézanne, por lo que una visita al atelier de Cézanne ofrece una visión íntima de su mundo creativo. Para continuar con el arte, el Museo Granet presenta una colección notable de obras que van desde la antigüedad hasta el arte contemporáneo.
La Catedral de Saint-Sauveur es otra parada relevante, famosa por su mezcla de estilos arquitectónicos y su rica historia. Para los amantes de la naturaleza, una excursión a la Montaña Sainte-Victoire ofrece paisajes impresionantes y la oportunidad de realizar senderismo en un entorno natural que inspiró a Cézanne en muchas de sus obras.
Finalmente, disfrutar de la gastronomía local es esencial. Probar platos provenzales en uno de los restaurantes locales permite saborear la rica tradición culinaria de la región. Aix-en-Provence, con su combinación de historia, arte y cultura, ofrece una experiencia autentica y enriquecedora.